DESARROLLO:
“Historia de vida es el estudio de caso referido a una persona
determinada, que comprende no solo su relato de vida sino cualquier otro tipo
de información o documentación adicional que permita la reconstrucción de la
forma más exhaustiva y objetiva posible”. (Alonso; 2008: 60)
El relato de vida es un subgénero de la historia de vida, menos
amplia y completa. Se trazan los rasgos más destacados, atendiendo a los
aspectos que más interés tienen para el investigador. Sin embargo, para que una
narración pueda ser catalogada con propiedad como la historia de vida, requiere
de materiales complementarios, como fotografías, facturas, documentos y otras
manifestaciones que den crédito y validez al hilo argumental expuesto.
Como su propio nombre lo indica la Historia de vida se apoya
fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida o de aspectos
específicos de ella, de su relación con su realidad social, de los modos como
él interpreta los contextos y define las situaciones en las que él ha
participado, pero esto no significa que el investigador deba aceptar al pie de
la letra todo lo que el sujeto refiere sin aplicar controles que garanticen que
lo que el entrevistado refiere es fiel, no a la realidad objetiva, sino a la
propia experiencia del sujeto. La fidelidad del individuo relator a sí mismo no
debe darse nunca por supuesto, antes por el contrario, es un logro técnico en
el que el investigador tiene que cooperar activamente y de cuya existencia debe
estar seguro antes de iniciar ninguna interpretación de sus datos. (Macías;
2000).
Este método tiene algunos inconvenientes a tener en cuenta a la
hora de utilizar y confrontar los testimonios recogidos. A veces estos no son
suficientes para descubrir la realidad de la manera veraz, encontrándose en
ocasiones omisiones voluntarias o involuntarias en los mismos sobre elementos
que caracterizan al objeto de investigación, por otra parte aparecen personas
que niegan su testimonio, cuestión esta que nos afecta, ya que lo que estas
personas silencian, pudiera ser valiosa información para el análisis y la
construcción social de la realidad. Esto obliga a que se busque un número
suficientemente de informantes, dispuestos a cooperar con la investigación.
El sujeto es lo que se ha de conocer, pues es el único hombre que
existe en la realidad concreta y es en su historia donde se le puede captar
toda su dinámica. Además el sujeto lleva en sí toda la realidad social vivida.
En él se concreta cada grupo social a que ha pertenecido y toda su cultura en
la ha transcurrido su existencia. Al conocer al sujeto se conoce el grupo y la
cultura tal como se dan en concreto, de manera subjetiva, vívida. (León; 2001:
114)
Este método se apoya fundamentalmente en el relato que un
individuo hace de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con
su realidad social, de los modos como él interprete los contextos y define las
situaciones en las que él ha participado. Sin embargo el sujeto no siempre
aporta toda la información que se necesita. Por lo que es importante tener en
cuenta los controles cruzados, a través de entrevistas a familiares, amigos, especialistas
y otros que considere que van a aportar información del historiado,
grabaciones, visita a escenarios diversos, fotografías, cartas, correos etc.
En esta técnica la persona refiere un largo relato, el desarrollo
de su vida desde su punto de vista y en sus propios términos, espontáneamente o
acompañado de un “experto sonsacador”, el sujeto va desgranando en una serie de
entrevistas, acompañado a veces de grabaciones magnetofónicas o a través de
redacciones escritas por el mismo, visita a escenarios diversos, entrevistas a
familiares o amigos, fotografías, cartas, los diferentes episodios o etapas de
su vida (Smith; 1994).
Es de interés resaltar el hecho de enmarcar la vida en episodios o
etapas, Las historias de vida por lo general se reelaboran codificando y
separando los datos de acuerdo con aquellas etapas, cada período se convierte
en un capítulo o sección. Asimismo se concuerda con la idea del “experto
sonsacador”, el investigador ha de tener habilidades investigativas y metodológicas
para llevar a cabo esta tarea. Conviene, asimismo, «estimular el deseo de
hablar» del entrevistado. El investigador no hablará más de lo necesario.
Cuando se dirige excesivamente la entrevista se provoca la inhibición del
informante. Sin embargo debe establecerse una relación profunda y comprometida
entre el autor investigador, se debe además facilitar libertad de expresión,
confianza, demostrar interés, perseverancia, simpatía, buen humor”. Entre el
informante y el investigador ha de existir un ambiente cordial y distendido y
de confianza, pero no de complicidad manifiesta.




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